Bloggear o no bloggear...

...he aquí la cuestión. Me propongo desde este espacio publicar cada tanto algunos comentarios, artículos, opiniones sobre la realidad del latino en Estados Unidos, pero sin olvidarme que ante todo soy latinoamericano y lo que sucede en el continente afecta a todos los que estamos aquí. La frecuencia de publicación será bastante irregular, pero será de alguna manera activa y persistente. También haré una recopilación de artículos pasados y que ya fueron publicados en otros lugares pero que no dejan de ser actuales. Ojalá me ayuden con sus comentarios. Aquí vamos pues...

miércoles, 20 de julio de 2016

Escribir en Nueva York, Antología de narradores hispanoamericanos, de Claudia Salazar Jiménez

Escribir en Nueva York, Antología de narradores hispanoamericanos, es una antología seleccionada por la peruana Claudia Salazar Jiménez y que se enfoca en la narrativa que se está generando en la gran ciudad recostada sobre el Atlántico, como uno de los grandes focos literarios latinoamericanos dentro de Estados Unidos.
Ya desde el título nos podemos imaginar que la propuesta abarca varios estilos literarios. El hecho de pensar la frase “Escribir en Nueva York”, genera una vorágine de géneros que pueden expresarse de diferentes maneras. Por eso encontramos textos que se adaptan a lo que conocemos como crónica, como el ensayo, como artículo periodístico, la memoria, sin dejar de visitar la ficción. Quizás uno de los puntos más importantes de esta antología sea que los escritores hacen de la urbe el objeto de análisis. Este análisis es a veces lingüístico, otras social, otra desde el punto de vista político, o desde el inevitable enfoque migratorio. Nueva York después de todo ha sido la mayor puerta de entrada del Atlántico al gran país del norte.
Los textos, como se decía antes, nos cuentan de la visión particular de cada escritor de lo que significa la ciudad para ellos. Muchas veces nos encontraremos con que la ciudad tiene vida propia, que interactúa con los narradores y que como cualquier ser viviente se presta o se esconde dependiendo de las circunstancias. Otras veces se deja ver en cueros ante los ojos impávidos del inmigrante que la ve por primera vez, entre el pavor y la fascinación del encuentro fortuito. Algunos escritores apelan a la memoria para rescatar una ciudad que se debate entre la inmortalidad y el olvido. También podemos ver algunos trabajos que son parte de algo mayor, una novela, un libro de ensayos o una investigación que nos invita a esperar para llenar la retina de letras.

Es bueno que existan antologías como Escribir en Nueva York, es necesario y es positivo porque este tipo de trabajo editorial nos habla ya no de la melancolía del terruño, sino del hoy y del ahora. Los personajes, ficticios algunos verdaderos otros, se enfrentan a lo cotidiano, a lo que nos afecta día a día, a la realidad de confrontar una metrópolis cosmopolita por naturaleza, pero no por eso menos hostil o menos provocativa. La ciudad es un animal agazapado. La ciudad es un cuerpo para recorrer. La ciudad es también la promesa del futuro y la llaga de los recuerdos malditos. Los escritos de Escribir en Nueva York, nos recuerdan que la literatura no solo es un refugio donde encontrar nuestra esencia, sino también donde establecer pautas, criterios y esperanzas. La ciudad está allí, latente, a la espera en un callejón oscuro, pero con libros como Escribir en Nueva York en el bolsillo, una puede caminar con confianza, porque será más fácil entender ese cemento del que esta hecho el ser humano.

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