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...he aquí la cuestión. Me propongo desde este espacio publicar cada tanto algunos comentarios, artículos, opiniones sobre la realidad del latino en Estados Unidos, pero sin olvidarme que ante todo soy latinoamericano y lo que sucede en el continente afecta a todos los que estamos aquí. La frecuencia de publicación será bastante irregular, pero será de alguna manera activa y persistente. También haré una recopilación de artículos pasados y que ya fueron publicados en otros lugares pero que no dejan de ser actuales. Ojalá me ayuden con sus comentarios. Aquí vamos pues...

sábado, 10 de enero de 2015

Reseña de El último lector, David Toscana. Publicada en el Béisman.


El último lector o el juego de la metaliteratura

Fernando Olszanski Publicado 2015-01-01 11:50:03
El último lector, David Toscana
Alfaguara, 184 páginas, 2007, $16.99, ISBN 9786071104137
El último lector del escritor regiomontano David Toscana, es una novela que puede provocar varias reacciones a la vez, pero que pueden resumirse con simpleza de que uno puede sentirse agradecido de haberla leído, o simplemente detestarla. El texto exige un alto compromiso del lector, que de seguro Toscana espera no sea el último, pues deja en la historia una serie de elementos sin respuesta que necesitaran un guiño del lector para entender que la historia no está en aquellas trivialidades, sino en la lectura misma y en los efectos de ésta en los buenos leyentes.
El protagonista de nuestra historia es un bibliotecario de un pueblo llamado Icamole, localizado en un punto inexacto del norte mexicano, ámbito habitual de la narrativa de Toscana. Lucio, el bibliotecario es un lector voraz que siente el llamado de los libros a ser leídos, si no siente este llamado, los condena al infierno de los libros, a un agujero de olvido donde serán alimento de cucarachas. La trama empieza con la aparición del cadáver de una niña en un aljibe de la casa del hijo de Lucio. Y que, oh casualidad literaria, el joven se enamora del cadáver. Y es aquí donde el juego literario comienza. Lucio cree fervientemente que la ficción y la realidad se fusionan indistintamente, y que la respuesta a todos los males de este mundo están en la literatura. Lucio recuerda que en La muerte de Babette, de Pierre Lafitte, también aparece el cadáver de una niña y decide reaccionar de acuerdo a este libro y luego a otro y a otro.
El juego que propone Toscana es la metaliteratura. Usando intertextualidades de otros libros que el autor intercala dentro de su propio texto, la historia seguirá su curso y confundirá adrede la realidad y la ficción. Y este es el mayor logro de la novela. No la resolución de un crimen. No la originalidad narrativa. Sino el uso de muchas historias para construir la historia propia. Que Toscana no use comillas u otro símbolo para marcar la intertextualidad es la prueba fehaciente de lo que Lucio pregona a lo largo de la novela: Que realidad y ficción están mezcladas y forman una sola unidad. Algo que nadie le cree, ni siquiera su hijo, que se enamora de una niña muerta al igual que el personaje de Del amor y otros demonios, libro de Gabriel García Márquez.
Para terminar es importante aclarar que Lucio no es una persona desentonada de la realidad y absorbida por los libros, sino todo lo contrario. Él encuentra verdades en ellos y eso le hace diferente al resto. Mientras todos buscan respuestas en una realidad inexplicable, Lucio encuentra pistas y resoluciones en un mundo donde la emociones humanas a veces son un poco incomprensibles, pero así mismas son en la realidad cotidiana. El último lector no es un libro para cualquiera, puede ser frustrante también, pero si uno cree en la ficción, ésta tiene respuestas que la realidad no nos puede explicar. Espero no haber sido yo su último lector.
Fernando Olszanski. Escritor argentino, autor de El orden natural de las cosas. Es editor de la Revista Consenso, de la Northeastern Illinois University. 

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