Bloggear o no bloggear...

...he aquí la cuestión. Me propongo desde este espacio publicar cada tanto algunos comentarios, artículos, opiniones sobre la realidad del latino en Estados Unidos, pero sin olvidarme que ante todo soy latinoamericano y lo que sucede en el continente afecta a todos los que estamos aquí. La frecuencia de publicación será bastante irregular, pero será de alguna manera activa y persistente. También haré una recopilación de artículos pasados y que ya fueron publicados en otros lugares pero que no dejan de ser actuales. Ojalá me ayuden con sus comentarios. Aquí vamos pues...

lunes, 27 de noviembre de 2017

Permutaciones para el estertor del mundo, el último libro de Diego Ordaz

Diego Ordaz, escritor mexicano radicado en Ciudad Juárez, nos presenta su último libro de narraciones cortas titulado Permutaciones para el estertor del mundo. Desde el titulo podemos prever que sus narraciones son serán color de rosa, pues el mundo no lo es, y el autor nos lo muestra tal cual él lo ve. Ordaz nos lleva con un lenguaje punzante, a un mundo de personajes sórdidos y desesperanzados, con situaciones caóticas y, a veces,  alejados de la realidad misma. No todos esos personajes son humanos. Podemos escuchar a una muñeca pensante, o a una gallina que descubre lo atroz de la soledad.
Ordaz no nos dice dónde suceden sus historias, pero uno puede intuir que Ciudad Juárez, ese ámbito cruel sacudido por la violencia de años, y con la desgracia de tener a los Estados Unidos solo a un cruce de río, se deja seducir por emociones encontradas, donde se vislumbran los misticismos populares, la resignación a un futuro mezquino, y a una muerte cruel e inevitable. Pero Ordaz nos cuenta todo este torbellino de emociones encontradas con una prosa que aunque sea breve, no deja de ser tristemente poética, como encontrando belleza en los límites de la propia humanidad, o la falta de ella.

Permutaciones para el estertor del mundo, tiene una narrativa fluida, se lee con ganas y con sorpresa. Provoca una tensa reacción, que a veces se puede entender como incomodad, o quizás como realización, cada uno descubrirá su propia sensación, tal cual un estertor debería ser. Si un libro provoca sensaciones, no pasa desapercibido. Diego Ordaz lo logra a partir un libro de narraciones lacerantes, pero con pensamientos estirados hasta los límites de la psiquis humana misma. Un buen libro. 

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