Bloggear o no bloggear...
...he aquí la cuestión. Me propongo desde este espacio publicar cada tanto algunos comentarios, artículos, opiniones sobre la realidad del latino en Estados Unidos, pero sin olvidarme que ante todo soy latinoamericano y lo que sucede en el continente afecta a todos los que estamos aquí. La frecuencia de publicación será bastante irregular, pero será de alguna manera activa y persistente. También haré una recopilación de artículos pasados y que ya fueron publicados en otros lugares pero que no dejan de ser actuales. Ojalá me ayuden con sus comentarios. Aquí vamos pues...
sábado, 29 de octubre de 2011
Dilemas de mujer latina
Ya sabemos que por internet uno puede conseguir lo que quiera, incluso una esposa. Por doquer hay anuncios para “comprar” una esposa del color y la nacionalidad que uno desee. Este fenómeno ha llegado hasta Latinoamérica. Se pueden ver páginas de internet de Colombia, de Perú, El Salvador ofreciendo mujeres jóvenes y bonitas que están dispuestas a dejar todo a cambio de una oportunidad de vivir en un lugar mejor. Hay quienes las prefieren latinas por las cualidades de éstas. Las que podrían incluir sus valores, dedicación a la familia, o quizás la fama de latin lovers que tienen. Se estima que en estos momentos hay unas 100.000 mujeres ofrecidas a través de agencias matrimoniales. Esto es fácilmente verificable si hace una breve búsqueda en alguno de los sitios principales, como Google. Las razones de estas mujeres para ofrecerse en matrimonio con un desconocido son muchas, pero pasan principalmente por problemas sociales y económicos en sus países de origen. Las mujeres latinas buscan un futuro mejor, ya que en sus naciones de origen las posibilidades de progreso son muy escasas. Además tendrán la posibilidad de ayudar a sus familias enviando el dinero que puedan a través de las remesas.
El proceso para conseguir una esposa es mucho más sencillo de lo que uno se imagina. El costo, dependiendo de la agencia, el país de origen de la mujer, y del procedimiento que se elija puede rondar entre los 10.000 y los 20.000 dólares. Lo que incluye una visita al país, la estadía de una semana en donde se hará una gira de citas, donde se pueden ver hasta seis candidatas por día y, una vez tomada la decisión de ofrecer matrimonio a una de las señoritas en cuestión, habrá que pagar el pasaje de ella, abierto por tres meses, ida y vuelta, por el caso de que la relación no funcione. Las entrevistas se hacen con intérprete de por medio, provisto por la agencia, y según los estándares convencionales del país. Las mismas agencias se ocupan de los trámites para visas requeridas por el sistema de ‘pedido de prometida’. Lo que podríamos llamar un servicio completo.
Lamentablemente las mujeres ofrecidas en matrimonio nunca tendrán información previa sobre el futuro marido. Las agencias no ofrecen ni exigen ningún chequeo de la historia policial o siquiátrica del sujeto. Muchas veces estas mujeres son víctimas de abuso que no reportarán por falta de conocimiento de las leyes o por no poder hablar la lengua nacional, lo que las condena a vivir soyuzgadas por sus maridos. La historia de violencia que recae sobre este tipo de parejas es tristemente alta, en especial cuando las mujeres tratan de divorciarse o escapar de la casa. En algunos casos, las circunstancias terminan en homicidio. Esta claro que no todas las experiencias son iguales, algunas parejas llegan a conocerse bien y a abrirse emocionalmente hasta llegar al amor, o al menos a un amor inteligente donde la pareja se complementa bien. Las causas para formar este nuevo tipo familia pasa por cuestiones personales, comunitarias, sociales. Pareciera que el factor fundamental para empezar una historia de a dos va quedando en el camino. Las prioridades cambian. Todo parece ser más importante que el amor. Por supuesto, el amor, puede esperar cuando hay necesidades mayores.
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Nada, absolutamente nada puede ser más necesario que el amor. En el caso de las mujeres latinas, es posible que la carencia económica las empuje a ser mercancía, prostitutas legales si se quiere ¿O cómo llamamos a quién entrega su cuerpo a cambio de dinero? La diferencia es que las llamadas rameras, venden su cuerpo por unas horas y sigue su vida, pero quien entrega su vida por un pasar mejor, no es mejor que la otra. También están las prostitutas de clase media alta, claro, ellas van por más, no lo hacen por necesidad de comer o ayudar a su familia,no, el objetivo es vivir en el lujo, que confort les sobra. Dado el caso, y bueno, si se casan por dinero y sin saber con quien, yo no las considero víctimas de la violencia de género. En esta categoría entran aquellas que se casaron convencidas de amar y ser amadas, luego viene la verdadera personalidad del psicópata que logró seducirlas, así y todo, donde hay un golpeador, hay una mujer que desea ser golpeda(no generalizo, pero desde mi experiencia como trabajadora de la salud, puedo dar fe de ello) El tema da para mucho, sólo me resta decirte que ¡YO NO VENDO MI DIGNIDAD! Buen artículo, Fernando, y necesario, hay que reflexionar, hay que cambiar los valores, es necesario que se entienda que el dinero es vil cuando se consigue por medios inadecuados. Me gustó mucho y por eso me permití dar mi sincera opinión y me banco los palos que me den por expresarme con la sinceridad que me caracteriza.
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